Todos hacemos un inventario en esta fecha:
Transformamos nuestra vida en cifras o eventos que
repasamos con lágrimas o sonrisas...
Los sueños que se han cumplido, el hogar que se ha
construido, el hijo que crece o que ha nacido.
Los paisajes que nuestra mente ha fotografiado, las
alegres oportunidades que hemos tomado.
Los nuevos amigos que hemos conocido o incluso aquellos
que nos han abandonado.
La salud o la enfermedad. Un nuevo trabajo, un nuevo
idioma o la esperanza que acariciamos alguna mañana de lluvia.
La sorpresa de un beso por años anhelado.
Un diploma, un mapa, un libro o ese vehículo que nos
transporta al futuro o al pasado.
Aquellos sueños que hemos postergado, por causa de
nuestros miedos, orgullos o ambiciones.
El Amor que recibimos o el que fue despreciado...
¿Qué termina hoy?
¿Qué nace mañana?
¿Qué pasaría si no esperáramos cada año el cambio del
calendario para hacer este inventario?
Imgen Tomada de Internet