jueves, 14 de noviembre de 2013

Testamento:


Te dejo la luna, mis sueños, mis versos,
el sabor del vinagre y el aroma del vino,
la fe que pusiste en mis manos desnudas.

                                        Archivo Personal

Te dejo un paisaje prestado, un evangelio de amor,
el abismo celeste donde se reflejan tus ojos.
Te dejo el eco de tu voz: aquella que fue mi única alegría,
Te dejo tu recuerdo, acaso mi única riqueza, aquella que convertí en poesía. 


Michael David Durán

miércoles, 9 de octubre de 2013

martes, 8 de octubre de 2013

Jardín de Lluvia

A través de las constelaciones,
Y por un secreto camino
Dios ha guiado nuestros pasos
Y ha escuchado la suave voz de nuestro corazón.
Y hoy estoy aquí, donde cientos de voces se convierten en una sola. Donde cada oración se eleva hasta tocar el cielo.
Y del silencio de mi boca, emerge un humilde sonido. Soy un peregrino que escucha las oraciones que se transforman en gotas de lluvia.
Este templo me acoge y recibe mis versos y mis oraciones.
Este templo se convierte en mi jardín de Lluvia, el jardín donde mi oración florece y busca la Paz de mi corazón.

Michael David Durán

martes, 30 de julio de 2013

Sentencia

Fotografía tomada de Internet

Ante las pruebas indiscutibles que han presentado contra mi. Debo aceptar señor juez y señores del jurado mi crimen: yo la amé. La amé y todos mis besos fueron en defensa propia. ¿Cómo no amarla, después de ver en su frágil y hermosa mirada, el espejo del universo?

Ella coleccionaba pequeñas máquinas de tiempo, relojes de sol y de estrellas, mientras que yo pasaba mis días catalogando atardeceres y elaborando informes de sueños y pesadillas. De vez en cuando me embriagaba de soledad  e imaginaba lágrimas tibias para dibujar melancolías en las tardes amarillas.

Ella vivía feliz, solo necesitaba de sus alas y su fe.
Yo no vivía feliz pero me había adaptado tan bien a las habitaciones vacías y los espejos opacos que mis conversaciones más profundas eran con alguna sombra despistada que se cruzaba conmigo, en el silencio de lo cotidiano.

Ella era un oasis, manantiales de alegría brotaban de sus labios. 
¿Cómo no amarla?
Ella era esperanza y risa, danza y sentimientos. ¿Cómo no amarla?

Cuando la conocí, yo había pasado del llanto a la música y esa noche escribí tres versos entusiasmados debajo de un árbol habitado por arañas azules.

Era inevitable amarla, fue un espontáneo nacimiento de galaxias que sucedió al mirarme en sus ojos.

Al principio, mis errores y miedos me limitaron a verla a lo lejos, como se admiran el mar y cielo cuando uno habita en el fondo de un abismo o en la cima de una montaña muy lejana de la playa. Sin embargo, con el paso de los días comprendí que a pesar de ocupar espacios diferentes de la misma dimensión, podría existir un vínculo entre nosotros y puse toda mi fe en ello.

De repente, la magia sucedió y el amor era esa tímida ave que se asoma al borde del nido y que es capaz de lanzarse al vacío, aún sin saber cómo volar. 

Es por eso señor juez y señores del jurado que me declaro inocente, pero acepto mi condena si algún día, al despertar de este sueño recurrente, sus ojos oceánicos son el único paisaje que pueden ver los míos.

Que ella cuando se entere, lea mis palabras y me comprenda.
Que ella acepte que mi sentencia sea amarla durante el resto de mis días.
Que ella acepte este crimen y me perdone los miles de besos que le envié mientras dormía.
Que ella, sonría en silencio cuando me pregunte si acaso estoy enviando jaurías de versos tras el dulce rastro de sus sueños.
Que ella, algún día, aunque yo ya no esté presente;
cuando despierte, murmure con los pétalos de sus labios el eco de esta sentencia y la música secreta de ésta poesía.


Michael David Durán


jueves, 9 de mayo de 2013

Abejas y Murciélagos

I

Abejas

Imagen tomada de Internet

Rodeadas de abejas que agonizan como mártires,
encontré unas palabras que te envié a través del viento.
Tú las tomaste entre tus manos, como lo haces en los sueños
y en tu vigilia, iluminada por la estrella de mayo, les devolviste la vida.

Aquel día dijiste mi nombre, sin pronunciar palabras
convertiste en impulsos de energía cada letra y en mi mente escuche tu voz.
Mi mundo se detuvo, cada estrella apagó su brillo 
y mi alegría fue un eco que hizo sonreír a Dios.

Esa noche el frío y la lluvia congelaban el silencio,
pero me sugeriste una bebida que jamás había probado.
Bebimos un elixir de mágico sabor y brindamos.
Todavía resplandece tu sonrisa en los abismos de mi memoria.
   
I I

Murciélagos


Te hablé de mi infancia mientras volaban pequeños murciélagos en nuestra mente,
y la ternura de tu corazón me contó una historia inolvidable...

El tiempo a tu lado se hace líquido y fluye misteriosamente,
siempre las horas vuelan cuando me olvido del mundo para ver tus ojos.
Aquella noche me revelaste el frágil secreto que se esconde en tu mirada,
detrás de los hermosos océanos que he visto en tus pupilas.

Llenaste mi mente con los colores de tu alma,
y los argumentos que esgrimes para defender tus derechos,
Enviaste abejas invisibles y murciélagos inofensivos a poblar mis versos...
Enviaste, sin imaginarlo, estrellas azules para iluminar mi cielo.


Michael David Durán

domingo, 21 de abril de 2013

Mi Universo

En aquella larga noche de Saturno,
me dediqué minuciosamente a escudriñar cada rincón de mi Universo.
Tu voz, en un sueño que se hizo realidad, me había anunciado tu visita...

Cambié de órbita los planetas y limpié el lado oscuro de la luna,
saqué el polvo de las estrellas que había en los agujeros negros.
Encendí nuevas estrellas y ondulé para ti las llamaradas solares,
impulsé el ritmo palpitante de los cometas y puse en su debido lugar a cada asteroide.


      (Fotografía tomada de Internet)

Llegarías a mi vida, cruzarías la galaxia azul que limita mi Universo,
el color de tus ojos resplandecería sobre cada astro celeste.
Alegrarías mi vida con tu acento, tu idioma y todos los paisajes que trajiste a mi mente.
Porque cada vibración de tu risa ha sido el origen de una nueva constelación.
El milagroso roce de tus manos y tu aroma que dibuja océanos en el firmamento,
han sido tesoro para mi alma; conjunción de galaxias y mi más hermosa inspiración.

Hoy, en la breve noche del Sol, solo deseo verte de nuevo en un sueño,
porque sin darte cuenta, soñando te entregué mi Universo, lo guardé en tu corazón.

Michael David Durán

jueves, 28 de febrero de 2013

Paisaje Prestado

Esta es la historia de un paisaje prestado,
la esperanza y la alegría cuando se toman de la mano.

Paisaje Prestado (Aruba Oranjestad)

Están intactas las páginas de mi pasaporte,
a su lado las arañas plateadas van tejiendo hilos de amor escondido.
El polvo y el silencio han invadido este espacio donde mi alma se refugia
cuando la noche cae y debo, minuciosamente, catalogar cada fragmento de tiempo que he perdido.

El silencio es el huésped de las habitaciones de este palacio abandonado,
la soledad cena en mi mesa y bebe conmigo profundos sorbos de agua y miel.
Mis ojos recorren a tientas los rincones, buscando recuerdos del pasado
y mi voz es inaudible, por eso mis palabras viajan sobre un ilusorio papel.

Seis meses transcurrieron, hubo terremotos, naufragios y tormentas,
la oscuridad se apoderó de mi biblioteca y de mi espíritu afligido.
Yo que fui conocido por el tamaño de mi corazón,
hoy soy la memoria constante de la muerte, el amor y el olvido.

Hoy, lentamente contemplo los atardeceres y acaricio esta ironía:
Yo que quise ser agua, para la boca sedienta...
Hoy, temeroso de la muerte que llega inesperada,
pido a Dios, ser el solitario faro que te guía a través de la niebla y la tormenta.

Michael David Durán




sábado, 26 de enero de 2013

La Cita

En cierto rincón bajo una escalera,
tu historia y la mía fueron deshojando el tiempo,
mientras el aroma del café acariciaba tus labios.
En blanco y negro, la escena fue iluminada por un resplandor,
eras tú, resplandeciendo entre las sombras,
eran tus pupilas, otorgándome la magia de tu celestial mirada,
ese milagro que los mortales como yo, simplemente soñamos.

Imagen tomada de Internet

En cierto rincón bajo una escalera,
tu historia y la mía fueron deshojando el tiempo,
los tigres y los héroes de todas las mitologías que me habitan
callaron como la multitud que asiste al nacimiento de una estrella.
En blanco y negro, la escena fue iluminada por un resplandor,
era la libertad de tu dorado cabello y tu perfume milagroso,
era tu vida acercándose a la mía,
era tu sonrisa, convirtiéndose en la razón de ser de esta poesía.

Michael David Durán

domingo, 13 de enero de 2013

Cuando te encuentre

Fotografía tomada de Internet
Inspirada en la Película El Náufrago


Juntos uniremos los eslabones
ascenderemos por los peldaños
y pieza a pieza armaremos los rompecabezas.

Serás parte de la historia de mi vida,
mi paisaje, mi canción y la inspiración de cada día.
Serás mi oración, mi fe y el origen de mi poesía.

Cuando te encuentre, cuando me mires a los ojos,
cuando te tome de la mano y comprendas mi silencio,
escribirás con tus labios la metáfora perfecta,
en esta piel que desde ahora te pertenece.

Michael David Durán 

lunes, 7 de enero de 2013

Anticipación

Prepara tus labios para los minuciosos besos que te guarda mi boca,
en noches sin luna ni estrellas tu piel iluminará mis sueños.
Abre las páginas de tus libros favoritos,
alista las canciones que a nadie has cantado.
Aquí están mis manos, ellas te guardan caricias
solo admitidas en los reinos oceánicos.

Prepara tus párpados para que sean cerrados con el roce de mis labios,
en mañanas de lluvia será tu frente mi paz y mi tesoro.
Abre las ventanas de tus palacios y las puertas de tus laberintos,
señálame un sendero a través de tus jardines y tus bibliotecas.
Aquí están mis ojos para conocer tus paisajes,
el oásis de tu vientre y las playas de tus párpados.

Fotografía: Galaxias Espirales tomada de Internet















Prepara tus manos para caminar tomada de las mías,
en las noches, después de nuestra laboriosa rutina de lo cotidiano.
Abre los ojos para naufragar en ellos y sumergirme en tu mirada,
muéstrame con tus pupilas los desiertos, las conjeturas y los poemas.
Aquí están mis sentidos para aprender de ti, para escucharte,
para ser tu compañía, tu silencio y tu placer.

Prepara tus pensamientos para que pueda habitar en ellos,
para ser el recuerdo que se renueva como los ríos y las estrellas.
Abre un lugar en tu vida, un instante en el tiempo que concedes a tus sueños,
déjame escuchar las sinfonías que has creado con tus latidos y tu respiración.
Aquí está mi amor y tú sabes para qué lo has soñado...
Trae a mi vida tus montañas, tus continentes, tus océanos, las civilizaciones y la historia,
trae contigo tus lunas, tus estrellas, tus galaxias y tus universos, ellos caben en mi corazón.

Michael David Durán