domingo, 15 de julio de 2012

Obsesión

Delicadas y peligrosas obsesiones pueden atormentar a hombres y mujeres. 
El Amor es una de ellas, quizá la más terrible de todas...



Con rosas cuyo aroma ya se ha desvanecido
intenté llevar a tu vida aquello que ya no había en la mía.
Durante muchas noches, frente al espejo te enseñé tu verdadero rostro,
y orienté tus palabras hacía el laberinto de la poesía.

Entre vino y noches de lluvia intenté mostrarte mis errores,
y darte la fortaleza suficiente para construir tu historia.
Pero fue muy tarde cuando quise enseñarte tu propio camino,
ya había contaminado tu alma, ya me habías grabado en tu memoria.

Hoy, he descubierto que merodeas por mis lugares sagrados,
persigues mi rastro por los templos donde deseo llegar.
Te he visto victoriosa ondear tu bandera,
en la cima de aquella montaña que deseaba alcanzar.

Hoy desearía enseñarte a soltar mi mano,
como lo aprendí cuando el mar se llevó la luz y la fe, dejándome abandonado.
Desearía recuperar la música que perdí y las hadas desnudas,
e imaginar que no sigues mi rastro como un pequeño roedor obsesionado.

Michael David Durán