jueves, 14 de noviembre de 2013

Testamento:


Te dejo la luna, mis sueños, mis versos,
el sabor del vinagre y el aroma del vino,
la fe que pusiste en mis manos desnudas.

                                        Archivo Personal

Te dejo un paisaje prestado, un evangelio de amor,
el abismo celeste donde se reflejan tus ojos.
Te dejo el eco de tu voz: aquella que fue mi única alegría,
Te dejo tu recuerdo, acaso mi única riqueza, aquella que convertí en poesía. 


Michael David Durán