jueves, 28 de febrero de 2013

Paisaje Prestado

Esta es la historia de un paisaje prestado,
la esperanza y la alegría cuando se toman de la mano.

Paisaje Prestado (Aruba Oranjestad)

Están intactas las páginas de mi pasaporte,
a su lado las arañas plateadas van tejiendo hilos de amor escondido.
El polvo y el silencio han invadido este espacio donde mi alma se refugia
cuando la noche cae y debo, minuciosamente, catalogar cada fragmento de tiempo que he perdido.

El silencio es el huésped de las habitaciones de este palacio abandonado,
la soledad cena en mi mesa y bebe conmigo profundos sorbos de agua y miel.
Mis ojos recorren a tientas los rincones, buscando recuerdos del pasado
y mi voz es inaudible, por eso mis palabras viajan sobre un ilusorio papel.

Seis meses transcurrieron, hubo terremotos, naufragios y tormentas,
la oscuridad se apoderó de mi biblioteca y de mi espíritu afligido.
Yo que fui conocido por el tamaño de mi corazón,
hoy soy la memoria constante de la muerte, el amor y el olvido.

Hoy, lentamente contemplo los atardeceres y acaricio esta ironía:
Yo que quise ser agua, para la boca sedienta...
Hoy, temeroso de la muerte que llega inesperada,
pido a Dios, ser el solitario faro que te guía a través de la niebla y la tormenta.

Michael David Durán