Mañanas como ésta, me recuerdan aquel abrazo que nos dimos,
cuando el calor se escapaba de nosotros en bocanadas de aliento.
Tu fragancia inolvidable, la tibieza de tu piel,
el mágico instante de risas y suaves movimientos
para compartirnos el calor que conservabamos como un tesoro.
Mañanas como ésta,
me recuerdan tus mejillas
mientras minuciosamente mis besos se acercaban a tu boca.
Fotografía tomada de Internet
Mañanas como ésta,
me recuerdan a mis brazos inexpertos en el momento de rodear tu cintura.
Mañanas como ésta,
me recuerdan que llovieron besos sobre tus párpados y tu frente,
me recuerdan el sabor y la textura inolvidables de tu boca.
Mañanas como ésta, desearía devolver el tiempo
y estar contigo por mucho más tiempo,
abrazarte para darte calor
y ser en tus labios lluvia de besos nuevamente...
Michael David Durán