martes, 21 de junio de 2011

Tres Minutos




Tienes tres minutos para recoger tus besos y colgar cada estrella del lugar de donde la bajaste. 
Guarda tus palabras y tu aliento. Limpia tus labios, todavía tienen las marcas de los míos. 
Toma, guarda en ésta valija los libros y las golondrinas, que son testigos silenciosos de la noche que he pasado entre tus brazos. Toma las llaves que abren mis puertas y mis ventanas, escóndelas en tu bolsillo. 
Sal lentamente y sin despertar sospechas, a esta hora de la madrugada nadie verá tu silueta deslizarse por las calles empinadas.

Pero no olvides que te espero mañana y ten cuidado de las miradas que siempre observan atentas la plaza y el parque, cruza por el frente de la catedral y no olvides traerme rosas blancas. Mi vientre estará esperando tus manos, mis estrellas temblorosas extrañarán todo el día tus caricias profundas. Mis labios seguirán palpitando al ritmo de tus besos. Pero por ahora, antes de que amanezca, antes de que despierte, tienes tres minutos para marcharte, mañana soñaré de nuevo contigo.