Abres los ojos y ahí está como si fuera tu reflejo,
y tu amante se detiene sobre tus labios.
Desnuda el tiempo y detiene la rotación del planeta.
Sus dedos se van entrelanzando entre los tuyos,
y los latidos de su corazón se sincronizan con tu respiración.
No importa ser lo que son, no importa que sucederá mañana,
si parece que estuvieras frente a un espejo...
Vuelan las libélulas con alas de arcoiris,
y vuelan los besos sin alguna ambición.