martes, 27 de octubre de 2009

Siren



SIREN

Ahí estas diosa abandonada,
Desnuda en el milagro de tu soledad.
Allá, donde no te contamina mi mortal mirada,
Gobernando las olas del tiempo, en  una interminable eternidad.


No imaginas que mis ojos han sido tus ojos,
ignorando la vida que se extingue,
la vida que se apaga más allá de tu voz.


Ahí estás, intocable y frágil,
sensual, invulnerable y peligrosa.
Allá, entonando una canción que temo escuchar,
lejos de mi realidad, ahí, simplemente como una diosa.


M. David Durán