lunes, 26 de octubre de 2009

Mitología




Me desnudo para vestirme con tu recuerdo
y todo lo que me quedó de aquel sueño,
aquellos rastros de tu alma que dejaste sobre mi  piel.

Las estrellas ya no lloran su silencio en mi boca,
ya no hay amaneceres fantásticos,
todo aquello es hoy una mitología en este corazón de papel.

Intento seguir tus silencios, aceptar la culpa de mis miedos,
y envenenar todo aquello que alguna vez floreció.

Intento acariciar el eco de tu voz,
y la oración que susurrabas casi dormida.

Me desnudo para vestirme con tu recuerdo,
y todavía siento el peso de tu mano sobre mi mano extendida...

Ahora comprendo que Dios se cansó de darme el tiempo
que cada noche le pedía.

M. David Durán